El Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo afirma que es posible reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% para 2020 en Europa.
El estudio, titulado ‘El papel de Europa en el reto climático: acciones internas y obligaciones internacionales para proteger el planeta ‘, demuestra cómo Europa puede recortar sus emisiones internas en un 40% en 2020 y en un 90% en 2050 en relación a los niveles de 1990.
Todo esto viene al caso porque la Unión Europea ha presentado un compromiso de reducción de un 20% para ese año, y está dispuesta a aumentarlo hasta el 30% siempre que los otros países desarrollados se comprometan a reducciones comparables… Lo que nos hace pensar que el esfuerzo podría haber sido mayor.
La investigación examina los diferentes sectores emisores y describe una ‘hoja de ruta completa’ sobre cómo Europa puede conseguir estos objetivos mediante la combinación de mejoras en eficiencia energética, una retirada paulatina de combustibles fósiles paralela a un cambio hacia las energías renovables y cambios en el estilo de vida de sus ciudadanos.
Por ejemplo, en materia de energía el modelo plantea aumentar el porcentaje de renovables desde un 10% en 2010 a un 22% en 2020, y un 71% en 2050. Los cambios de hábitos contemplados incluyen, por ejemplo, el incremento en el uso del transporte público y la implantación de vehículos eléctricos.
El estudio, titulado ‘El papel de Europa en el reto climático: acciones internas y obligaciones internacionales para proteger el planeta ‘, demuestra cómo Europa puede recortar sus emisiones internas en un 40% en 2020 y en un 90% en 2050 en relación a los niveles de 1990.
Todo esto viene al caso porque la Unión Europea ha presentado un compromiso de reducción de un 20% para ese año, y está dispuesta a aumentarlo hasta el 30% siempre que los otros países desarrollados se comprometan a reducciones comparables… Lo que nos hace pensar que el esfuerzo podría haber sido mayor.
La investigación examina los diferentes sectores emisores y describe una ‘hoja de ruta completa’ sobre cómo Europa puede conseguir estos objetivos mediante la combinación de mejoras en eficiencia energética, una retirada paulatina de combustibles fósiles paralela a un cambio hacia las energías renovables y cambios en el estilo de vida de sus ciudadanos.
Por ejemplo, en materia de energía el modelo plantea aumentar el porcentaje de renovables desde un 10% en 2010 a un 22% en 2020, y un 71% en 2050. Los cambios de hábitos contemplados incluyen, por ejemplo, el incremento en el uso del transporte público y la implantación de vehículos eléctricos.